Pero cruel es el recuerdo
que me abraza cuando alcanzo la cornisa de los miedos.
Cruel, y sin piedad es el hombro
que me sostiene
mientras la represa estalla por los aires
liberando toneladas de aguas acumuladas.
Cruel es el envase
que contiene aún
el nectar del encuentro.
Cruel
es su nombre
que me recorre
desde adentro hacia afuera.
Y más crueles aún
son nuestros caminos
que se topan
para tomar fuerzas
y continuar sus separados destinos.
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4 comentarios:
Pero lo cruel, siempre se acaba.
brindo por eso.
cada día más lindo escribis vos
....cada día escribo más sincero....
( Y gracias!!!!)
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