Cuando me sentí segura en la cima
tropecé.
y mientras me levantaba
no pude evitar ver el valle que dejaba atrás;
húmedos y jóvenes ríos
abundante y desafíante vegetación ,
y una gran variedad de colores
que tramaron el hogar que habité por tanto tiempo.
No digo que el tropiezo,
haya modificado mi destino
-(si acaso hay uno)-
Digo que quizás,
por un ratito más,
me quede acá ,sentada en esta cima
contemplando en paz,
silencio
y armonía, aquel valle fértil.
Y luego sí,
cuando haya decidido que es suficiente
y que es hora
me pondré de pie
y continuaré mi viaje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Maravillosamente vivido.
gracias por escribir tan lindo y compartirlo.
Publicar un comentario